EL MISTERIOSO RELOJ DE PRAGA

No se fie de los relojes medievales

Intentar saber la hora mirando a sus agujas es una tarea poco práctica, pero eso no impide que sea el monumento más visitado de la ciudad. Tiene tres esferas, el día se encuentra dividido por un anillo de doce horas y otro de veinticuatro. Otro tercer anillo cuenta las horas de acuerdo a los usos horarios en la antigua Bohemia. Los colores del fondo representan la posición del sol y la luna en el cielo, mientras que una esfera plateada señala las distintas fases lunares. A quienes saben cómo mirarlo, el reloj les indica además el mes en curso y el movimiento del zodiaco.A finales de la II Guerra Mundial, los nazis intentaron destruirlo. Es posible que supieran algo sobre este reloj que el resto ignorarmos. Pero no hay dudas que hablamos de algo importante. Los días 7 y 8 de mayo de 1945, los aviones bombardearon la plaza de la ciudad vieja antes de su capitulación. El viejo ayuntamiento quedó destruido. La torre del reloj, pese a los daños, continuó en pie.
El Staroměstský orloj, el reloj astronomico de Praga, es probablemente uno de los objetos más misteriosos diseñados por la mano humana. Es el único sobre la tierra que mide la hora babilónica, importante para la magia y la alquimia. La hora babilónica mide el tiempo que pasa entre la salida y la puesta de sol, y es una hora que cambia en verano y en invierno. El reloj de praga, construido en el siglo XV, sabe cómo medirlo.
No hace falta señalar que su mecanismo figura entre los mas complejos de la historia. Por extraño que resulte, los secretos de su funcionamiento no están escritos. No hay libro de instrucciones. Tampoco notas manuscritas medievales. La clave de sus engranajes se transmite de generación en generación. Como una ciencia secreta. De maestro a maestro. Y aprender no es tarea fácil. Hace falta paciencia. Otakar Zámecník, encargado actual de mantenerlo en marcha, necesitó cinco años estudiando cada una de sus piezas hasta convertirse, en 1994, en el decimosexto relojero. Su antecesor en el cargo, el decimoquinto, Josef Valásek, le dedicó toda su vida. Por precisar, Valasek había sido el responsable de repararlo tras las bombas nazis.
Como todo buen monumento medieval, el reloj astronómico cuenta con varias maldiciones y unas cuantas leyendas. La mayoría falsas. Sólo quienes se hayan asomado a su interior podrán saber cuánto hay de inventado en su mito fundacional. El relato clásico cuenta que, tras su construcción en 1490, los ediles de Praga decidieron dejar ciego al experto relojero, el mastro Hanus, a fin de que no pudiera construir nada similar en cualquier otra parte. Hanus, bastante fastidiado, decidió vengarse: introdujo una mano en el mecanismo y éste se detuvo. Los historiadores checos no se cansan de repetir que toda la historia es una falacia. El reloj fue construido por otro relojero, Nicolás de Kadan. En cuanto al viejo Hanus, las crónicas recuerdan que jamás perdió la vista. Siguió trabajando con relojes hasta su muerte, bastantes años mas tarde. La maldición de la mano podría tener, sin embargo, una base de verdad. Hacia 1552 el reloj se detuvo varias veces sin que nadie consiguera volver a ponerlo en marcha.
Todo esto es, sin embargo, secundario. En realidad, si algo fascina a los turistas son las estatuas móviles. Alrededor del reloj, cuatro estatuas representan los temores medievales. A saber: la vanidad (un hombre que sostiene un espejo) la Avaricia (un comerciante judio con una bolsa), la muerte (un esqueleto con un reloj de arena) y la lujuria (un príncipe turco blandiendo una mandolina). A ellas se añaden las figuras de los 12 apóstoles que se asoman cada hora, empezando por San Pedro, que porta una llave dorada, y terminando con san pablo, quien se despide con una espada y un libro.
El momento crucial, por tanto, son las campanadas. La hora en punto. Pero no todas las horas. De madrugada, paseando por la plaza, es relativamente frecuente encontrarse a algún despistado esperando delante del reloj para ver el acontecimiento sin el agobio de las hordas turísticas. (De hecho yo he sido ellos, en mi primer sábado en praga me recuerdo a las tres de la mañana con una cerveza delante del reloj, esperando 15 minutos hasta rendirme a la evidencia de que no iba a ocurrir nada). El momento mágico sólo ocurre entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche. 12 veces al día. La muerte tira de una cuerda. Las dos ventanas se abren y comienza el paseo de los apóstoles. Los tres vicios – la vanidad, la avaricia, la lujuria- niegan con la cabeza. La muerte asiente. Significa que nadie se libra de ella. Cuando todo ha terminado, canta un gallo y suenan las campanas.

Si el reloj se detiene es un mal presagio. Si el movimiento de las figuras continúa, el presagio es aún peor. No hablamos de mística medieval. La última vez que se detuvo el hilo metálico que regula el movimiento de los apóstoles fue en 1987. Durante varias horas los 12 apóstoles giraron ininterrumpidamente mientras la muerte tiraba de la cuerda y asentía con su cabeza. Algunos checos reían. Se dijo que el signo fúnebre podría referirse a los comunistas. Ese mismo día, el partido comunista de Checoslovaquia comenzaba su congreso. El secretario general elegido, Milos Jakes, fue el último quue gobernaría el país. El comunismo caería dos años más tarde..
Lo normal, en cambio, es que todo el baile de figuras dure menos de dos minutos. La imagen, vista de cerca, es bastante menos espectacular. Lo que verá quien vaya a praga será a una marabunte de turistas apiñados delante del reloj empuñando sus cámaras digitales. El canto del gallo apenas se escucha. Algunos observan la escena boquiabiertos. Otros son más escépticos. La frase: ‘Y esto era todo? Pues vaya!’ puede escucharse en más de un idioma.
Sin embargo el reloj guarda para una última sorpresa. Según advierten las guías de viaje, la aglomeración de turistas frente al delirio astronómico, con sus dos minutos de entretenimiento, es uno de los momentos más aprovechados por los carteristas praguenses para sacar tajada de los ingenios medievales.
La picaresca, lejos de arruinar la imagen, da un encanto extra a la plaza. El cuadro total, en definitiva, resume de forma bastante metafórica lo que es esta ciudad. Al fondo, unos edificios con sobredosis de historia, secretos y misterios. En primer plano, miles de turistas atolondrados con la boca abierta. Y justo detrás, unos cuantos checos esperando el momento de ganar dinero. En definitiva, la leyenda y una realidad bastante más turbia. La fascinación y la trampa. Praga.

4 comentarios:

  1. Interesante entrada, os pongo mucho en "Onda Peñes",a ver si puedo asistir a las charlas en Avilés saludos !!

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  2. No se si pudiste asistir a las charla, estuvieron muy bien, las verdad que para ser la primera jornada que haciamos salio bien. Ya estamos pensando hacer otra para el verano, pero esta vez haremos mas incapie en el tema del misterio.

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  3. No pude asistir pero avisad para la próxima a través de este blog, o de el perfil de Onda Peñes en Facebook que los tengo agregados, podéis ver en mi blog el documental emitido en Canal de Historia en el que sale el bueno de Alberto Álvarez Peña que era al que más quería ver junto a Saul que lo conozco de tiempos que parábamos en el Lord Byron, saludos muy buen programa de radio y buen blog dejo el enlace del citado documental. http://manuelhernando.blogspot.com.es/2012/01/asturias-mitos-y-leyendas.html

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    1. Tal vez para el verano, hagamos otras charlas sobre los lugares que hemos visitado y sus hitorias, como hacemos nuestras investigaciones. Bueno ya iremos comentando algo cuando este todo preparado. Un saludo

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