Medina Al-Zahara, uno de los conjuntos Arqueológicos más importantes de España, con una superficie de 112 hectáreas (intramuros)
1.518 hectáreas (conjunto arqueológico). Se encuentra a unos 8 kilómetros de la ciudad de Córdoba.
Nadie que se digne a visitar  Córdoba, puede pasar sin ver las ruinas de Medina al-Zahara. Aun que, poco queda ya de lo que un día fue la Ciudad más bella del mundo. Aun así esta historia que contaremos, hará que la próxima visita a estas ruinas, las vean de una forma diferente.
Según cuenta la leyenda, Abd al-Rahman III, al-Nasir, mando construir esta ciudad para su amada preferida Al-Zahara.
 
 
Cuenta la leyenda que…. era tanto el amor del sultán hacia su favorita al-Zahara que prometió construirle la más magnífica ciudad que sus ojos hubieran visto. Una ciudad que llevaría el nombre de Madinat al-Zahara, la ciudad brillante. Para ello contrató a los mejores arquitectos y artesanos, compró los materiales más preciados, maderas, mármoles, azulejos; mandó construir hermosos jardines con flores y plantas traídas desde todos los rincones del mundo, los pobló con hermosos pájaros y mandó que en ellos creciesen árboles de exóticos frutos.
Telas y muebles, comprados a los mercaderes más prestigiosos, adornaban las estancias de la favorita Azahara, todo lo hizo el califa por su amor.
Respecto al origen del nombre podría provenir, como se ha dicho anteriormente, del nombre de Zahara, el cual significa "La Flor" la "Ciudad de la Flor de Azahar". Pero esto es más leyenda que realidad ya que al-Zahara también significa “La Resplandeciente”.
Estos es solo una de las muchas leyendas que existen en torno a la ciudad de Medina Al-Zahra. Realmente los principales motivos de su construcción son de índole político-ideológica: la dignidad de califa exige la fundación de una nueva ciudad, símbolo de su poder. se sabe que la construcción comenzó a finales del 936 de la era cristiana, estando las obras a cargo del maestro alarife Maslama ben Abdallah, Los textos literarios e históricos se hacen eco de las cuantiosas sumas dedicadas a su construcción, de los enormes trabajos realizados al efecto, de su monumentalidad y esplendor artístico – hasta en el menor detalle- y del lujo y la ostentación que el califa desplegaba en las recepciones y ceremonias que allá se celebraban con frecuencia.
Transcurridos poco menos de cien años, sin embargo, todo este conjunto monumental y fastuoso quedó reducido a un inmenso campo de ruinas, pues fue destruido y saqueado en el 1010. Después de la guerra civil (“fitna”) que trajo su destrucción, el saqueo y desmantelamiento de la ciudad palatina prosiguieron en siglos sucesivos, pues fue utilizada como cantera artificial para la construcción de otras edificaciones posteriores en la ciudad de Córdoba, cayendo progresivamente en el olvido hasta que desapareció, en una fecha imprecisa.
 
 
 
LA HISTORIA DE SU ESCABACION

Sería a partir del siglo XVI, en pleno renacimiento, cuando los humanistas empezaron a debatir sobre el verdadero origen de la denominada como Córdoba la Vieja, aunque no sería hasta el siglo XVII cuando Pedro Díaz de Rivas intuyó que sobre la Córdoba actual se encontraban demasiados restos romanos. Se procedía a excavar sobre el terreno, lo que evidenciaban su origen latino, y que por tanto, lo que realmente había bajo el suelo de lo que llamaban Córdoba la Vieja no era una ciudad romana, sino el castillo moro de Abderramán III.

No sería hasta los primeros años del siglo XX, concretamente en 1911, durante el reinado de Alfonso XIII, cuando las primeras excavaciones comenzaron de manera oficial. A partir de 1944, tras el fin del conflicto bélico, se vuelven a reanudar las campañas arqueológicas tras unos años de parón, destacando las realizadas por el arquitecto Félix Hernández que excavó la parte central del alcázar.
En noviembre de 2007 apareció un hallazgo excepcional, una mezquita situada a más de un kilómetro de la zona noble de la ciudad, más tarde se localizó una impresionante calzada islámica, única en su género en España, así como las plantas de lo que se intuyen como barriadas de viviendas destinadas a la clase popular. En los últimos años el yacimiento de Medina Azahara está siendo sometido a unas intensas labores de restauración que pretenden, pese a las grandes pérdidas de materiales por parte de los expolios medievales, devolverle el esplendor perdido con el que asombró a todos los que la visitaron durante la Edad Media, cuando Medina Azahara era sede uno de los centros gubernamentales más importantes del mundo.

Tuve la oportunidad de entrevistarme con el director de Conjunto Arqueológico de Medina Al-Zahara, D. José Escudero, quien nos introdujo en la historia de esta ciudad.
Como y el porque de su construcción, los saqueos a los que estuvo expuesta la ciudad durante siglos e incluso muchas de esas piedras que pertenecieron a medina, hoy día forman parte de algunos de los monumentos de la ciudad de Córdoba.
 
 

Durante más de dos horas y bajo un sol abrasador, pude pasear por esta ciudad que en su día fue una de las más hermosas, el simple hecho de pasear por aquellas calles, sentarse en alguna de sus piedras y mirar al horizonte al atardecer, es suficiente para entender la grandiosidad de lo que aquella ciudad pudo ser en sus mejores tiempos. La puerta norte, el gran pórtico, La casa de la Alberca, el salón rico o la casa del yafar, es una sensación indescriptible junto al olor de a Azahar.
Los visitantes que llegan hasta aquí, se entusiasma al ver parte de las ruinas consolidadas, ves como muchos de ellos pasan sus manos por los restos de aquellas ruinas en busca de alguna sensación que haya podido quedar, algunos incluso se afearan durante algunos segundos a las columnas en buscas de esas sensaciones. Otros en cambio disfrutan de la vista que ofrece los jardines con la alberca llena de agua donde siglos atrás el califa disfrutaba de sus baños, todo estratégicamente ordenado en 1.518 hectáreas.

Quince mil obreros y un tercio de las arcar hicieron posible esta ciudad mágica, una ciudad que imponía respeto y poder a todo aquel que la visitaba, la ciudad brillante, la ciudad de Medina Al-Zahara. Como dicen algunos libros, La ciudad más bella del mundo.
 
 
 
Nuestro especial agradecimiento a D. José Escudero, Director del Conjunto Arqueológico de Medina Al-Zahara, por concedernos la entrevista y la visita al conjunto de Medina Azahara.
Así como a la junta de Andalucía y servicios de dicho recinto por facilitarnos nuestra labor.
 
 

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