MONASTERIO DE SANTA MARIA DE OSCOS

Nuestro viajes comienza en Avilés y termina en el Valle de los tres Oscos, concretamente en Villanueva de Oscos. Un paraje inédito donde el transcurrir del tiempo pasa inadvertido. Hasta este lugar nos lleva un monasterio conocido como el Monasterio de Santa María de Villanueva de Oscos. Un monasterio importante, el cual se comenzó a erigir en el año 1182 por Fray Martín de Vega para los Benedictinos  siendo más tarde usado por los cistercienses. Todo un conjunto que después de todo su esplendor, poco a poco se fue apagando. El fin del monasterio llegó con la situación política del siglo XIX: durante la guerra de la Independencia cuando el lugar fue ocupado y transformado en hospital, el Trienio Liberal y después la desamortización el cierre definitivo en 1835. La casa se ​​puso a la venta y únicamente la iglesia siguió con su actividad parroquial, que ya ejercía desde mucho antes, esta es la parte mejor conservada, ya que el resto de las dependencias monásticas se encuentran en estado de abandono.
 
 
         Teníamos ganas de comenzar con la investigación, nuestra guia en esta ocasión sería Elena, la guía de la Iglesia y del Museo del Pan en Villanueva. Elena nos llevaría através del tiempo para hablarnos de este fantástico monasterio y sus entresijos. 

Tras el recorrido por este emblemático lugar, comenzamos nuestra investigación en el interior de la Iglesia, tras preparar las grabadoras, cámaras, micrófonos etc, etc. Nos disponemos ha recorrer esta iglesia y a fijarnos en esos pequeños detalles como las cruces gramadas, el símbolo de la orden de santiago, las ocas que pertenecen a los templarios, así como otras figuras destacadas. La cara de Jesús que se encuentra en lo alto de un arco, como mirando a los que se reúnen en aquel lugar santo. La figura que se encuentra en el arco de la tumba del  fundador.
En la sacristía nos encontramos  con algunas de las pocas reliquias que quedan. Las rejas de las ventanas, las cuales nos llamo la atención el ver que una de las rejas estaba colocada por la parte de afuera y la otra reja estaba por la parte de dentro de la sacristía.

Nos dirigimos a la parte del monasterio, donde prácticamente esta todo en ruinas, solo quedan los muros exteriores  donde antaño transcurría la apaciblemente la vida de estos monjes.
 
         Nuestra segunda incursión seria en la casa del abad y las dependencias de los monjes. Un lugar donde los monjes tenían sus  estancias, cocina, almacén, lavadero, etc.  La casa del abad, luego casa parroquial, consta de una planta baja donde se encuentra al fondo un pequeño establo. En la primera planta nos encontramos una cocina y una habitación acomodada como despacho y una pequeña rampa para una silla de ruedas. En la planta superior se encuentra un salón con una gran chimenea y dos habitaciones. Nuestras grabadoras no captaron nada fuera de lo normal en aquellas estancias.

Decidimos trasladarnos con todo el equipo a las estancias de los monjes, comenzamos por la cocina, en este lugar obtuvimos alguna grabación y también fuimos testigos de un hecho que nos sucedió  con una pelota en el comedor junto a la cocina.
Al parecer esta pelota se encontraba bajo una silla en el momento que bruno cruzo dicho salón, al volver sobre sus pasos la pelota se encontraba justo en medio del salón junto a un carricoche pequeño.  Bruno me pregunta si había movido la pelota, a lo que le respondo que no he cruzado por el salón; esto nos dejo descolocados y decidimos colocar una grabadora y bruno filmaría durante unos minutos a la espera de que volvería a moverse la pelota, cosa que no volvió a pasar, pero si obtuvimos una grabación.

Seguimos  avanzando por los pasillos, bruno filmaba las estancias de los monjes mientras yo bajaba  a los establos para dejar la grabadora digital y hacer alguna tirada fotográfica. El lugar invitaba a pasear por aquellos pasillos, recovecos, estancias y dejarte llevar por la sensación del momento.
Una ver recorrido gran parte del monasterio, dimos por terminada la visita a este lugar donde antaño paseaban los monjes mientras rezaban sus oraciones, hoy día, tan  solo queda la Iglesia en pie y los muros del Monasterios que llego a ser uno de los mas importantes del principado, hoy solo se puede recorrer e imaginarse lo que este lugar llego a ofrecer.
 
Nuestro agradecimiento al Ayuntamiento de Villanueva de Oscos, Así como a Elena, que fue nuestra guía particular por este recorrido por el Monasterio de los Oscos. Muchísimas gracias a todos por el trato recibido.
 
 
 

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