CAVEIRO ¿LEYENDA O REALIDAD?

Todo comenzó una tarde cuando comentábamos los lugares donde habíamos estado hace tiempo, había uno que nos llamo la atención en particular, era un monasterio abandonado en mitad de la nada cerca de Pontedeume. Una vez allí, nos recibió un renovado monasterio, el cual nos sorprendió bastante ya que se recordaba en peor estado, la sensación fue muy positiva.


     Monasterio de Caaveiro construido en las fraguas del Eume de la orden sacerdotal regulares  de Santo Agostiño.
     Fue fundado como monasterio benedictino por San Rosendo en el año 936, ya existía con anterioridad, y en el año 1135 fue refundado por Alfonso VII y su esposa Dª Bereguela. En todo caso, es preciso llegar al 8 de abril de 1154 para encontrar una referencia fiable, en forma de documento papal. Posiblemente en la segunda mitad del siglo XIII pasa a los Sacerdotes Regulares de Santo Agostiño, perdiendo en el siglo XVIII su carácter de colegiata, lo que precipita el fin de la vida monacal a finales del mismo siglo. Con la desamortización de Mendizábal, los bienes del monasterio pasan a manos particulares, con lo que desaparecen rápidamente, incluídas las reliquias de San Rosendo, que fueron llevadas a Santiago. En el Castillo, Antiguamente existían dos iglesias, la una casi inmediata a la otra, y aún hay quién lo recuerda; pero abandonado todo en 1896, con los restos de una,” se recompuso la otra”. Se refería a que uno de los propietarios, don Pío García Espinosa restauró la iglesia en el año 1896 bajo la dirección de Antonio López Ferreiro, sacerdote compostelano, aunque el conjunto pronto volvió a encontrarse en ruinas.

Una vez decidido el lugar donde íbamos a montar el campamento base, nos dividimos en dos grupos para reconocer el terreno y familiarizarnos con el, ya que cuando llegara la noche iba a ser muy difícil andar por el lugar sin llevar una linterna. Aun no habían instalado luz eléctrica en el monasterio. Lo que nos hizo recordar  una de las leyendas que habíamos leído sobre este monasterio.
Hace tiempo en esta misma comarca unos jóvenes (siete en concreto) que estaban realizando una acampada, en el umbral de la noche escucharon repentinamente un sonido lejano “como de tambores”, salieron de sus tiendas de campaña y escondidos por entre los matorrales susodichos tambores iban acercándose, solo vieron unas luminiscencias y cuál sería su sorpresa que estos tambores no lo originaba ningún “agente” natural.(Obtenido de Tradición Gallega, Hemeroteca de A Coruña). Quizá eso nos recuerde a la “Santa Compaña” o Güestia que nos habla tanto la tradición gallega o Astur en su caso.
 
     Aprovechamos la poca luz natural  que aun quedaba para realizar algunas tomas y sacar fotografías al entorno. Poco a poco la oscuridad fue tomando posesión de todo el valle y el monasterio, se decidió montar un pequeño generador de luz el cual iba a ser nuestra salvación a la hora de tener luz para poder grabar y tener luz en distintas habitaciones.  Decidimos  empezar la investigación por las celdas de castigo, íbamos a ser los primeros en visitarlas ya que  las cuales aún no están abiertas al público. Teníamos la sensación de que a lo largo de la investigación tendriamos alguna sorpresa.  Algunos miembros del grupo tenían la sensación de que alguien o algo nos estaba observando.
         En la noche totalmente cerrada ya podíamos sentir la humedad  a pesar de estar abrigados, el silencio era total, salvo  en algunos momentos en que ese silencio era perturbado por algún canto de lechuza.
  Según iba avanzando la noche los fenómenos se iban haciendo cada vez más perceptibles, tanto a nivel auditivo como para nuestras grabadoras y camaras .  Algunos miembros del grupo, estaban en otras estancias en la que se podía apreciar una puerta tapiada, creemos que dicha puerta conectaba con los pasadizos subterráneos donde se encontraban las mazmorras; en este lugar fue donde pudieron oír un golpe fuerte y seco. Esto hace que nos pongamos en guardia y pongamos un sensor de movimiento y una grabadora, segundos después, el sensor comenzaba a sonar sin que nadie estuviera en dicha sala, la grabadora dejo de funcionar; se revisa la grabadora, se sacan las pilas y se prueba de nuevo. La grabadora funciona bien, pero cuando se deja  junto en esta puerta tapiada vuelve a fallar, salen de la sala y vuelve a la base y uno  avisa al resto del grupo que se encuentran en la iglesia grabando con las cámaras  y haciendo unos barridos fotográficos. 
Nos reunimos en la base, revisamos de nuevo la grabadora y estaba en perfecto estado, por precaución cambiamos las pilas. Mientras el resto del grupo se dirigía a la sala donde había ocurrido dicho fenómeno. Tenemos que decir que esta construcción se divide en una planta baja, primera planta y segunda, decidimos hacer una rueda de pregunta para intentar obtener alguna respuesta, colocamos dos grabadoras, una junto a la puerta que estaba tapiada y otra en el rincón opuesto. Se colocaron tres sensores de movimiento; uno a un metro y medio de la primera grabadora, el segundo se coloco en el último peldaño de la escalera y el tercero al principio de la escalera.
    De este modo teníamos cubierto la planta baja y el acceso a las escaleras, solo quedaba esperar a los resultados. Volvíamos al campamento base y de pronto, todos nos sobrecogimos, Bruno miraba a Dr. Santurio, Lorena miraba a Gema, Bruno me miraba a mí, nuestras miradas se cruzaban y como en un acto de reflejo y todos a la vez; miramos hacia la puerta de entrada donde momentos antes habíamos dejado las grabadora. Un grito irrumpió el silencio de la noche, todos nos miramos con cara desencajada y nos apresuramos a llegar al campamento base a por las cámaras de video, la verdad que ninguno quería quedarse solo en esos momentos, nos costo entrar en la sala, y cuando así lo hicimos, nuestros ojos miraban en todas las direcciones buscando algo.
      Colocamos una cámara con visión nocturna  en la planta baja y otra en la segunda planta enfocando las escaleras y gran parte de la sala. Una vez en la base, comentábamos los que cada uno pudo oír, fue algo fuerte, pero el caso es que lo habíamos escuchado todo el grupo, no solo uno o dos, sino todos.
     Aun podíamos sentir esa presencia que nos acompañaba desde que llegamos al monasterio, desde algún lugar nos estaba observando.
Escogimos el edificio donde teníamos montado el campamento base; en este lugar, se ejecutaba en la edad media como lo que antes se conocía tortura de  LA GOTA. Por aquel entonces la Inquisición era muy severa. Se cuenta que en este Monasterio la Inquisición mando ejecutar a varias personas, al igual que en la Guerra Civil Española dicho monasterio sirvió como base y en ella se mantenían presos políticos donde los interrogaban y luego los mandaban  fusilar.


También hubo mujeres a las cuales las maltrataron y abusaron de ellas para luego darles muerte. Todo un historial de sucesos llenos de misterio y trama., En este edifico se encuentra una especie de fuente con dos pilas de piedra y una cruz que las divide. Uno de estos orificios de desagüe iba a dar a la planta exterior del edificio y otro a la planta  inferior por una canalización por la cual el agua de la pila una vez llena, iría cayendo gota a gota sobre el preso que se encontraba en la parte  inferior hasta vaciarse por completo el agua. Esta vez se  decidió adentrarse a investigar en el subsuelo, cosa que pocos pueden hacer hoy en día  fuera del horario de visitas, que actualmente es le único modo que se puede visitar ; Bruno y Salvador, se introdujeron por una de las rejillas que daba acceso a la  parte inferior donde se encontraron una especia de pequeños habitáculos, un total de ocho, de un metro de ancho por dos de largo y uno de alto, desde la parte de arriba, solo se podía apreciar la entrada a estos pequeños habitáculos a través de las rejillas y a ambos que  linterna y cámara de vídeo en mano, se habían adentrado bajo los pies del resto de los investigadores  para intentar descubrir que fue ese lugar.
       Todo era reducido, con humedad en las paredes, oscuridad y silencio; en una de estos habitáculos, uno de los últimos que daba justamente debajo de la fuente de piedra, se observaba  una especie de pequeño asiento de piedra y una hendidura en la pared por la cual debería caer la famosa y temida gota de agua. Para despejar las dudas, se hizo una pequeña prueba. Se hecho agua en la pila de piedra y pudimos observar como el agua descendía por dicho orificio, pero lo que caía no eran gotas, sino un pequeño chorro . .Era comprensible, después del paso los años el orificio era mayor, se decidió hacer otra prueba, pero esta vez íbamos  a poner un pequeño tapón para hacer el orificio más pequeño. Y así fue, las gotas caían casi en el mismo punto. Fue una experiencia única ver como caían aquellas gotas.
        Una vez reunido el grupo, hubo opiniones, incógnitas y  preguntas a las cuales seguíamos buscando alguna respuesta. ¿Que fue ese  grito que  nos  desconcertó a todos  en  mitad de la noche?  ¿Que era lo que nos querían decir, por que esa sensación de sentirte observado desde que se entro en aquel lugar hasta la hora de abandonarlo, y; por que en las ocho horas que estuvimos en el monasterio el guarda de seguridad no hizo acto de  presencia por el recinto?
Según nos contaba nuestro amigo de seguridad aquella noche, el cual nos a pedido que no digamos su nombre, nos comentaba que en los quince días que llevan haciendo guardias en el monasterio a una de las compañera que ese mismo día nos recibió antes del cambio de turno, su coche se había quedado dos veces sin batería; y a él le había ocurrido a la noche siguiente. También no contaba que una noche sintió un ruido en la calle, cuando salió no encontró a nadie.
       Segundos más tarde volvió a escuchar otro ruido algo más fuerte, salió al exterior y estuvo mirando por los alrededores sin encontrar a nadie y cuando se dirigía a la oficina, escucho una especie de grito algo lejos que venia de la parte del monasterio.
    Un lugar retirado de la civilización, donde el murmullo del correr del agua se funde con la brisa y la tranquilidad, rodeado de montañas un lugar para la meditación. Pero cuando cae la noche, todo se transforma, la oscuridad y el silencio  hacen que todo se torne misterioso y aflore de entre sus muros todo ese lamento y sufrimiento vivido entre ese incógnito y austero lugar.
Donde el”Ora et Labora” se convierte en incógnita
Agradecemos este reportage a la xunta de A Coruña por cedernos el monasterio durante un dia y darnos libertad para trabajar sobre el. Dar las gracias tambien al los guardas de seguridad que prestaron sus voces a nuestro programa.
perdonad mi mal gallego :
Agradecemos este reportage á xunta da Coruña por cedernos o monasterio durante un dia e darnos liberdade para traballar sobre o. Dar as grazas tambien ao gárdalos de seguridade que prestaron as súas voces ao noso programa.

1 comentario:

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