Monasterio de Moreruela

Después de varias horas de viaje, llagamos a nuestro punto de destino. Granjas de la Moreruela, un pueblecito en la comarca de Zamora. Eran cerca de las doce cuando nos encontrábamos a las puertas del monasterio, allí nos aguardaba Antonio, el vigilante del monasterio, quien amablemente nos mostro el monasterio y sus alrededores.
Después de recorrer el monasterio, que damos con Antonio en vernos a las cuatro y media, ya que teníamos pensado llegarnos hasta castrotorafe y a Zamora para encontrarnos con Guillermo Rodríguez R. (Willy), quien nos iba a contar una experiencia que tuvo cerca del monasterio en el año 1974 cuando se encontraba pescando junto al río.
Mejor será que lo vean ustedes mismos. Monasterio Santa María de Moreruela.

 

Recordemos un poco de historia sobre este monasterio que hoy se encuentra en estado de ruina consolidadas. Fue una abadía cisterciense erigida entre los siglos XII y XIII. Fue declarado Monumento Nacional el 3 de junio de 1931. Sobre un antiguo monasterio levantado a finales del siglo IX bajo el patrocinio del rey asturiano Alfonso III se estableció por primera vez en España una comunidad de monjes cistercienses llamados por Alfonso VII de Castilla. Pretendía el monarca poner en producción las tierras que se iban ganando a los musulmanes al sur del reino y crear las condiciones propicias para una rápida repoblación. La iglesia se construyó a finales del siglo XII, todavía en estilo románico, aunque ya se encaminaba hacia el gótico. Se trata de una planta de cruz latina compuesta por tres naves de nueve tramos de todo el conjunto, lo auténticamente singular es la cabecera formada por tres cuerpos de diferentes alturas. En la capilla mayor que se encuentra en círculo nos encontramos con siete pequeñas capilla que según nos cuento Antonio, estaban dedicadas a varios santos. En la iglesia recibieron sepultura, entre otros nobles, Fernán Pérez Ponce de León I, nieto del rey Alfonso IX de León, quien fue señor de la Puebla de Asturias, Cangas y Tineo, Adelantado mayor de la frontera de Andalucía, Mayordomo mayor de Alfonso X el Sabio y hayo del infante Fernando de Castilla, y su esposa, Urraca Gutiérrez de Meneses. Los restos de ambos se hallaban depositados en un sepulcro ubicado en el lado del Evangelio de la capilla mayor de la iglesia del monasterio.

    Todavía resiste a la gravedad una parte de la bóveda de cañón apuntado del ala norte.
También se conserva la Sala capitular, de planta cuadrada, con cuatro columnas centrales y otra sala de planta rectangular que pudo estar destinada a refectorio o a zona de estancia de los monjes.

La decoración del conjunto es casi inexistente, como mandaban los cánones de sobriedad del Císter. Se puede observar una ligera ornamentación vegetal en capiteles y canecillos. En algunos sillares están aún grabadas las marcas de cantero, es muy fácil verlas, hay infinidad de ella, algunas de ellas nos las habíamos visto en otras construcciones de este tipo, pudimos ver en algunos puntos del misterio otras inscripciones que no parecían las marcas de canteros, como por ejemplo una cabra, una serpiente, un ciervo, esto si nos llamo la antención.

Cuando llego la noche, comenzamos a preparar las grabadoras y las cámaras, ya habíamos escogido algunos puntos en los que la señal de biomasa marcaba algunos puntos de energía. Bruno comenzaría a grabar en la parte donde se encontraba el locutorio, la celda de castigo y la zona del altar, mientras yo, lo haría en la zona donde estaban las celdas de los monjes y la zona de la hospedería. Así estuvimos por espacio de una hora, las baterías de las cámaras estaban comenzando a agotarse y esta vez no era por motivos extraños, sino por las horas de grabación que llevábamos. Llegada las 23:15 de la noche y con una temperatura de unos 3º grados dimos por concluida nuestra visita a este monasterio, no sin antes recorren en silencio este monasterio, donde el tiempo y la historia han dejado huella en un pueblecito zamorano conocido como Granjas de la Moreruela.

Nuestro agradecimiento a la Junta de Castilla y León y a Dª Celina Consejera de Cultura por permitirnos el poder grabar y fotografiar estas imagenes del monasterio de Moreruela. Tambien dar las gracia a D. Antonio, Guarda del monasterio que nos informo y guio por este enclave y que gracias a el, algunos de los grabados en piedras se nos hubiera pasado desapercibidos a nuestros ojos. Y agradecer a Guillermo Rodríguez (Willy) por concedernos un poco de su tiempo para contarnos la experiencia vivida cerca de este monasterio.

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